jueves, 21 de julio de 2011
Sinsentido
Las cosas que se habían almacenado en mi mente y que daba por olvidadas resurgían sin intención de hacerlo. Cada simple palabra que en su día no había tenido el más mínimo valor para mí... ahora eran esenciales para cada movimiento y pensamiento que me había llevado a este momento. El agua resbalaba desde mi cabeza hasta mis pies, los cuales se ahogaban en la espuma que caía de mí. Los espejos y cristales se empañaban con aquel vapor que me hacía sudar, y con cada nueva gota de agua que me mojaba en aquella ducha descubría cosas nuevas. Infinitas e incomprensibles, que solo me producían una sensación entre la tristeza, la incredulidad y la ignorancia. Todo se amontonaba dentro de mí... y por más que intentaba ordenarlo no lograba sino mezclarlo hasta obtener un laberinto sin salida alguna. El olor a jabón y a ducha entraba en mi y me hacía reír con ironía pura a cada palabra recordada. Pero ahora solo quedaba coger la toalla y secarse...
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