De pronto, sin planearlo, sin quererlo... una simple palabra te descubre un sinfín de cosas. Lo piensas y lo meditas... Bueno, realmente no tanto... lo tienes claro desde hace mucho tiempo, pero lo has descubierto ahora: has hecho oficial ese escondido pensamiento que ocultabas en tus rincones. Quieres hablarlo, quieres gritarlo... pero sobretodo quieres verlo. Simplemente verlo, aunque no sabes si eso empeoraría o mejoraría el hervidero en el que se ha convertido tu pensamiento. Pero ya son muchas las conversaciones y muchas las confesiones, la sinceridad... tanto, que prefieres callar. Callar, y que pase lo que tenga que pasar. ¿Qué más puedes hacer?
jueves, 16 de junio de 2011
Simples palabras
De pronto, sin planearlo, sin quererlo... una simple palabra te descubre un sinfín de cosas. Lo piensas y lo meditas... Bueno, realmente no tanto... lo tienes claro desde hace mucho tiempo, pero lo has descubierto ahora: has hecho oficial ese escondido pensamiento que ocultabas en tus rincones. Quieres hablarlo, quieres gritarlo... pero sobretodo quieres verlo. Simplemente verlo, aunque no sabes si eso empeoraría o mejoraría el hervidero en el que se ha convertido tu pensamiento. Pero ya son muchas las conversaciones y muchas las confesiones, la sinceridad... tanto, que prefieres callar. Callar, y que pase lo que tenga que pasar. ¿Qué más puedes hacer?
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