sábado, 21 de abril de 2012

Mensajes


El otro día, mientras subía las mismas escaleras de cada día, miré a mi derecha y durante unos segundos observé el pasillo que había. Ese pasillo en el que descubrí tantas cosas con una sola palabra. Reviví el momento en que todo ocurrió, en que esas palabras y esos hechos entraron en mi mente y así, como por arte de magia, averigüé todo lo que tenía dentro.
La verdad, me acuerdo bien de aquello. Y sin tan siquiera cerrar los ojos y concentrarme, vuelvo a vivirlo. Y, como aquel día de Junio, me sigo preguntando qué fue, qué tuvieron aquellas palabras de especial -tan normales como cualquier otras- que consiguieron introducirme en un mundo que pocas, muy pocas veces había visitado. Un mundo del que cada día me alejo más.