Sé que solo fue un sueño. Pero qué sueño. De los que perduran en tu mente durante horas... incluso días, pero no te importa. No te importa porque eres feliz cada vez que una de esas imágenes pasa por tu mente. Y ves tu cara junto a la suya, escuchas otra vez las falsas palabras y sensaciones que tu mente creó y sientes la necesidad de dormirte y volver a ese sueño... o a otro, mientras esté él.
Pero... siempre será eso: un sueño.