-Lo abrazaba... como si no hubiese un mañana. Y él me correspondía con la misma delicadeza con la que las gotas de lluvia acarician al caer la mejilla de algún viandante, con temor a herirle. No hacía falta decir palabras, el silencio que proporcionaban nuestras respiraciones bastaba para expresar cada recóndito pensamiento que pudiera camuflarse en nuestra demente cabeza. Sus labios acariciaban mi cuello, proporcionándome esa ternura propia de una sola persona. Sus manos agarraron las mías, sin soltarlas. Lenta y delicadamente acercó su cuerpo al mío de tal forma que casi logré sentir cada apresurado latido que su apurado corazón daba en busca de una gota de sangre que lograra aclarar las ideas de su mente... y de la mía. Entonces se alejó de mi cuello y su mirada se clavó en la mía de una manera en la que parecía atravesarme y mirar en mi interior. Mirada indescriptible. Sería incapaz de explicar qué intentaba decirme a través de esos oscuros ojos que tantas veces habían podido conmigo. Sería incapaz de expresarlo, solo podía sentirlo... Nuestras caras: a dos centímetros de distancia; sintiendo hasta la respiración que ejercía cada poro de su piel... Despacio, sin prisas, sin apuros, sin miedos... agachó ligeramente su cara hacia la mía, y sus labios rozaron los míos suavemente... tal vez en busca de ser correspondidos, o quizás intentando solamente provocar... Aun así, fuera como fuese, me besó. Como nunca hasta ese momento, y por un momento sentí lástima por toda aquella gente que nunca podrá vivir lo que yo sentí...
-¿Y entonces?
-Desperté...
Me encanta, se parece mucho a mi forma de escribir. Muy bien aprendiz jajaja :)
ResponderEliminar¡Escribes genial! Me encanta *_*
ResponderEliminarjajaja hombre, de algo tenia que servir leer tanto tu blog ;) jajaja gracias :) y gracias a ti tambien nansy :D!
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