jueves, 16 de junio de 2011

Simples palabras

De pronto, sin planearlo, sin quererlo... una simple palabra te descubre un sinfín de cosas. Lo piensas y lo meditas... Bueno, realmente no tanto... lo tienes claro desde hace mucho tiempo, pero lo has descubierto ahora: has hecho oficial ese escondido pensamiento que ocultabas en tus rincones. Quieres hablarlo, quieres gritarlo... pero sobretodo quieres verlo. Simplemente verlo, aunque no sabes si eso empeoraría o mejoraría el hervidero en el que se ha convertido tu pensamiento. Pero ya son muchas las conversaciones y muchas las confesiones, la sinceridad... tanto, que prefieres callar. Callar, y que pase lo que tenga que pasar. ¿Qué más puedes hacer?

jueves, 9 de junio de 2011

Traición

Ahora nos hemos distanciado. Te has alejado enormemente y ni siquiera he podido despedirme. No te he podido decir nada, no te he podido abrazar ni besar... y eso es lo único que quiero hacer ahora. Este sitio... tan oscuro, tan apagado, tan vacío... es algo maravilloso si te tengo aquí, conmigo. Pero no vas a aparecer, he de ir a buscarte. Ya... porque creo que no puedo aguantar más. Y te busco. Te busco sin parar hasta que te encuentro y veo cómo me sonríes. Como esa sonrisa brilla desde lo lejos cuando me ves aparecer. Como abres tus brazos pacientemente esperando a que llegue a ti y me apriete contra tu cuerpo. Y después me miras a los ojos, siempre sonriendo, siempre tú... Me miras y lo comprendo, lo sé: tú también me has echado de menos. Tú también rezabas para que llegase este momento, tú también anhelabas cada parte de mí... Te miro sin parpadear... y tú me miras, consciente de que todo puede cambiar, de que todo va a cambiar. Pero no te importa, ni a mí tampoco. Solo te quiero a ti. Solo quiero abrazarme a ti...

miércoles, 8 de junio de 2011

No más

Un secreto a voces, y miles de voces en silencio. No hace falta decir ni una palabra, no serviría de nada: creo que el extraño silencio que nos rodea es mejor. No quiero más... no necesito más que eso. Más que esto que tenemos, sea lo que sea, que demostramos simplemente con mirarnos como lo estamos haciendo ahora. Como tus dedos acarician mi espalda, como mi mano está sobre tu cuello, como siento que no quiero sentir nada más que a ti. Un simple roce de labios quizás haga que todo mejore... pero ya es tan perfecto que no quiero hacer nada más, no quiero estropearlo... no quiero acabar.¿Cómo es posible que el universo entero se borre sólo con que tú sonrías?